jueves, 13 de septiembre de 2007

¿Y yo qué puedo hacer?



“El crecimiento con el único fin del crecimiento es la ideología de la célula cancerígena”
Edward Abbey

Cuantas veces habré escuchado la pregunta que encabeza esta entrada. Creo que es un síntoma claro de la impotencia que la mayoría de la gente siente ante el devenir de fenómenos y tendencias como el sistema económico y político, la inmigración, la pobreza en el mundo, las guerras, etc. Sin duda, yo mismo me la he hecho durante mucho tiempo, y aun le doy vueltas a la cabeza para ver si se puede hacer algo más, aunque sea un poco, en nuestra vida cotidiana. El objetivo es tomar conciencia de nuestras acciones y del impacto que tienen y pueden tener, y así tratar de encaminar nuestra actividad hacia fines más beneficiosos y duraderos para la mayoría de los seres humanos y para el ecosistema. Aquí propongo una serie de iniciativas que en casa intentamos seguir, y en las que tenemos la esperanza de poner nuestro granito de arena en cuanto a mejorar nuestro impacto en la sociedad y en el medio ambiente. Sin duda habrán más cosas que se pueden hacer, e incluso siempre se puede hacer un mayor esfuerzo de coherencia y consistencia, así que a cualquiera que se le ocurra cualquier otra iniciativa por favor que no se quede sin compartirla, inclúyela en los comentarios.
  • Apoyar a las cooperativas de todo tipo. Sus fines son menos egoístas, su funcionamiento democrático, tienen un impacto más positivo en la sociedad. A diferencia de las grandes empresas cuyo fin exclusivo es aumentar los beneficios de los ejecutivos y accionistas, considerando todo lo demás como meros factores de producción en la ecuación del crecimiento económico.
  • Comprar productos biológicos, de comercio justo y de producción local. Habría que apoyar iniciativas que primen la calidad por encima de la cantidad, incluso si hay que pagar un poco más. Suelen ser productores pequeños y no las grandes compañías alimentarias, cuyo objetivo es maximizar beneficios para los accionistas, las que se preocupan más por producir productos de bajo impacto ambiental, saludables y con vocación igualitaria. El comercio justo ayuda a los pequeños productores de los países más pobres a que obtengan precios más acordes con su trabajo, es decir a no ser explotados por las multinacionales y el mercado.
  • Abrir cuentas bancarias y/o invertir en fondos que garanticen inversiones sociales no especulativas. De esta manera se le manda un mensaje a la banca y a los principales inversores por el que se deja claro que queremos saber en que se utiliza nuestro dinero y que por lo tanto no queremos que lo utilicen en oscuras operaciones financieras de carácter especulativo, poco éticas y que tanto condicionan las economías de los gobiernos y de los ciudadanos.

  • Mantenerse informado sobre la actualidad política nacional e internacional. La ignorancia y el desinterés de los ciudadanos se encuentran entre las principales causas por las que los que abusan del poder y tienen motivaciones egoístas y desconsideradas pueden hacer y deshacer a su gusto. Igualmente son la raíz de los sentimientos de impotencia y descontento que pueden tener consecuencias desastrosas en nuestras sociedades.
  • Elegir bien las opciones políticas por las que se vota. Votar por opciones políticas que tengan programas acordes con un sistema menos basado en el crecimiento económico puro y duro, que se preocupen por la igualdad, la redistribución de la riqueza y la solidaridad social a escala nacional e internacional, respetuosos de la pluralidad ideológica, religiosa, cultural.
  • Intentar consumir menos y mejor. No dejarse llevar por las tácticas mercantiles conducentes a consumir más y más para así poder sostener lo insostenible, es decir, el crecimiento constante de las industrias y de los beneficios de sus accionistas. Un ejemplo claro es el de la industria automovilística. Ya no les basta que todo el mundo tenga coche, también quieren que en cada familia haya más de un coche y además que se cambien los coches cada año, dos años, para así seguir creciendo y produciendo beneficios para los ejecutivos y accionistas.
  • Participar en la manera de lo posible en iniciativas de intercambio, sin animo de lucro, de conocimiento y de trueque de cualquier tipo. Intentar aprovechar y participar en iniciativas como Wikipedia, Mozilla, Itrain Online, y los cursos que algunas Universidades ofrecen de manera libre. El conocimiento debería ser libre y gratuito para todos, y no basado en las reglas de mercado que tantas desigualdades e injusticias crean. En principio, este tipo de iniciativas no han de ser negativas para las economías, ya que si se descomercializan sectores como los mencionados significa que las personas tendremos menos necesidad de gastar y por lo tanto también de ganar menos dinero.
  • Intentar reducir nuestro impacto ambiental. Reciclar, ahorrar energía, usar medios de transporte común, caminar e ir en bici a los sitios en la medida de lo posible.

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